
Consejos para una mudanza ordenada y sin estrés
Aunque a simple vista parezca un proceso caótico, con una buena planificación es posible lograr una transición ordenada, eficiente y sin estrés. En esta nota, te compartimos consejos clave para organizar tu mudanza paso a paso, y disfrutar de este nuevo comienzo con el pie derecho.
1- Planificá con tiempo: la clave para no improvisar
Una mudanza no se resuelve en dos días. Lo ideal es comenzar a planificar al menos con un mes de anticipación, especialmente si venís de una obra, reforma o mudanza combinada con pintura, limpieza o arreglos.
- Armá un cronograma con fechas límite: qué día se empaca, cuándo se retiran servicios, cuándo se realiza la mudanza y cuándo se habilita el nuevo hogar.
- Reservá el servicio de flete o empresa de mudanza con anticipación, sobre todo en temporada alta (verano y fines de mes).
- Si venís de una construcción o reforma, coordiná con los contratistas para asegurarte de que todo esté terminado antes del traslado.
2- Hacé una limpieza profunda antes de empacar
La mudanza es la excusa perfecta para desprenderte de lo que ya no usás. Revisá placares, cajones, estanterías y depósitos. Clasificá lo que vale la pena llevar, lo que podés donar y lo que definitivamente debe desecharse.
- Menos cosas = menos cajas, menos carga, menos estrés.
- Evitá trasladar objetos rotos, muebles en mal estado o electrodomésticos que ya no funcionan.
3- Etiquetá y organizá por ambientes
Un error frecuente es empacar de forma apurada y sin lógica. Esto complica tanto la carga como la descarga. En cambio, si organizás por ambientes y con etiquetas claras, todo será más fácil:
- Usá cajas medianas, resistentes y bien cerradas.
- Etiquetá cada caja con su contenido y el ambiente al que pertenece: “Cocina – Vajilla", “Dormitorio – Ropa de cama", “Baño – Toallas y artículos personales".
- Separá una caja o bolso con lo esencial para el primer día: cambio de ropa, elementos de higiene, cargadores, medicamentos y algo para comer.
4- Protegé los objetos frágiles
En cada mudanza, los objetos delicados son los que más sufren. Por eso, es importante envolver bien vajilla, cristalería, cuadros, lámparas o electrodomésticos pequeños:
- Usá papel burbuja, mantas o ropa vieja para acolchonar.
- Colocá los objetos más pesados abajo y los livianos arriba.
- Marcá las cajas frágiles para que todos las manipulen con cuidado.
5- Coordiná con los profesionales de reformas o arreglos
Si estás ingresando a una casa recientemente refaccionada, asegúrate de que las terminaciones estén listas: pintura seca, instalaciones funcionando, aberturas en condiciones.
- Evitá mudarte mientras hay polvo, herramientas o zonas sin terminar.
- Una mudanza sobre una obra activa solo complica el proceso y pone en riesgo tus pertenencias.
6- Contratá servicios confiables y, si es posible, integrales
Hay empresas que además del flete ofrecen servicios de pintura, limpieza final, pequeños arreglos o armado de muebles. Si bien representa una inversión mayor, podés ahorrar tiempo, complicaciones y desgaste físico.
- Evaluá la posibilidad de contratar un servicio integral que resuelva todo: desde vaciar el inmueble anterior hasta dejar el nuevo listo para habitar.
- Asegurate de que el equipo sea profesional, tenga referencias y cuide tus pertenencias.
7- Revisá servicios y papeles
No te olvides de los trámites: cortá los servicios del domicilio anterior (luz, gas, agua, internet) y dá de alta o trasladá los del nuevo. También es momento de actualizar tu domicilio en bancos, seguros, obra social y documentos.
- Hacé una lista de cambios de dirección importantes.
- Coordiná con los proveedores de servicios para que la conexión en tu nuevo hogar esté disponible desde el primer día.