
Tipos de humedad en el hogar
Existen varios tipos de humedades y todas son las eternas enemigas de los techos y paredes de nuestra casa. Siempre existe el riesgo de que la lluvia y la humedad ambiental puedan acabar por resquebrajar nuestras paredes, apagar los colores de las habitaciones y formar manchas oscuras.
Tener humedades en casa puede suponer problemas de salud y elevados costes de reparación. Podemos prevenir y evitar la aparición de problemas de humedad de forma sencilla y económica, pero antes debemos detectar cuál es el origen del problema y saber qué tipo de humedades estamos sufriendo.
1. HUMEDAD POR CONDENSACIÓN
La condensación se crea cuando en la vivienda hay un exceso de humedad en el ambiente. El aire caliente puede absorber y retener más humedad. Cuando el aire cargado de humedad entra en contacto con superficies frías (paredes, esquinas, marcos de ventanas, cristales?) el vapor presente en el aire se condensa (pasa de gas a líquido) y se convierte en agua. Los síntomas son fáciles de detectar, ya que las superficies sobre las que se crea condensación aparecen repletas de gotitas de agua y están mojadas. Esto suele suceder por las noches, cuando la temperatura exterior disminuye y las ventanas y paredes se enfrían.
La principal causa de la condensación es el exceso de humedad ambiental. Esta humedad en el aire se genera fácilmente por la respiración de las personas que viven en un hogar; actividades como ducharse, cocinar, tender la ropa o tener plantas también genera mucha humedad en el ambiente de casa; y la humedad propia del clima de una zona también afectará en el nivel de humedad presente en el aire de casa.
2. HUMEDAD POR FILTRACIÓN
Las humedades por filtración se producen por deficiencias en el aislamiento de la casa o por el deterioro de muros y paredes, a través de las que se filtra la humedad exterior. Las filtraciones se generan mayoritariamente en zonas húmedas y en épocas de lluvias. Las casas que no están impermeabilizadas son más vulnerables a las filtraciones.
Este problema se genera lentamente- El agua se abre camino a través de ladrillos, tejas y diferentes materiales de construcción hasta llegar al interior de la vivienda. Cuando detectemos estas humedades en casa ya puede ser tarde y tenemos el problema dentro. Podemos detectarlo cuando se empiezan a ver gotas en el techo, manchas negras o moho que aparece en las esquinas.
Las filtraciones también se pueden producir cuando hay inundaciones en el exterior o cuando una tubería revienta o pierde agua.
3. HUMEDAD POR CAPILARIDAD
Las humedades creadas por capilaridad dependen del terreno sobre el que se ha construido la vivienda, el material con que está construida y la época del año. En épocas húmedas y lluviosas la probabilidad de sufrir humedad por capilaridad será mayor, aunque este fenómeno puede producirse durante todo el año de forma ininterrumpida.
La capilaridad tiene lugar cuando entra agua por el subsuelo de la vivienda. Esta humedad va ascendiendo poco a poco hasta alcanzar muros y paredes. Las casas antiguas, mal aisladas o construidas con materiales permeables y porosos sobre terrenos húmedos son especialmente susceptibles de sufrir problemas de humedad por capilaridad.
El grado de capilaridad depende de la humedad presente en el subsuelo y de la porosidad de la pared, que, en caso de sufrir este problema, presentará siempre un aspecto húmedo y mojado. Otro síntoma claro de la humedad por capilaridad es la aparición de moho en el suelo.