Construcciones a prueba de altas temperaturas
- Aislamiento en paredes y techos
Tener un buen aislamiento en paredes y techo puede llegar a reducir más de un 30% los gastos en refrigeración. En el mercado hay multitud de soluciones, desde las más sencillas como pinturas que reflejan la luz y desvían el calor, hasta las más sofisticadas, como fachadas ventiladas: un sistema de doble hoja cuyas capas están separadas por material aislante y una cámara de aire que protegen el interior de las altas temperaturas, que además reduce los puentes térmicos.
- Ventanas con doble acristalamiento
Las ventanas es donde se registran más pérdidas energéticas, así que el doble acristalamiento será un buen aliado para el confort térmico de la vivienda. También ayudan considerablemente la utilización de vidrios que poseen baja transmisión térmica y bajo factor solar. Por otro lado, es importante realizar el cambio periódico de los burletes presentes en las ventanas. Si se despegan fácilmente, posiblemente necesitan un recambio. Las persianas o toldos exteriores también te ayudarán a mantener la vivienda aislada.
- Piedra natural
Dentro de este grupo, los granitos son los más frescos, seguidos de los mármoles –que además son muy adecuados para zonas húmedas, ya que su baja porosidad no permite la proliferación de hongos ni bacterias–, las areniscas, las pizarras y las piedras volcánicas, aunque estas últimas, por su color oscuro, absorben más calor que las piedras de color claro.
- Cerámica
Los productos cerámicos son de un 25 a un 50% menos conductores que las piedras y su habitual estructura delgada hace que su temperatura superficial varíe con rapidez.
- Cal, yeso y arcilla
Los revestimientos continuos de cal, yeso, arcilla y pinturas minerales son fríos al tacto y con propiedades higroscópicas, es decir, absorben agua o la liberan al ambiente en función de la humedad relativa (HR), lo que es de gran ayuda para lograr un ambiente interior con una HR correcta y reducir la sensación de bochorno.
- Hormigón y cemento
Los muros de hormigón suelen tener un elevado espesor, lo que favorece su inercia térmica y por extensión su capacidad para refrescar el ambiente.
- Agua
En el proceso natural de evaporación, el agua necesita grandes cantidades de calor y lo absorbe de su entorno inmediato. Por eso su presencia en el interior en forma de fuentes, estanques y piscinas interiores ayudará a refrescar el ambiente.